Un asesor de imagen llevará a cabo una evaluación exhaustiva de características individuales como el tipo de cuerpo, tono de piel, color de cabello y ojos, para comprender las características únicas de cada persona.

El asesor de imagen ayudará a identificar el estilo personal de cada cliente, teniendo en cuenta sus preferencias, personalidad, profesión y estilo de vida.

Se brindará orientación sobre cómo elegir prendas que se adapten a la forma del cuerpo, realcen los puntos fuertes y disimulen las áreas problemáticas. Esto puede incluir recomendaciones sobre estilos de ropa, siluetas, cortes, telas y marcas apropiadas.

Se realizará un análisis de colores para determinar qué tonos favorecen mejor al cliente según su tono de piel, color de ojos y cabello. Esto ayudará a elegir colores que resalten su apariencia y le brinden un aspecto más favorecedor.

El asesor de imagen puede proporcionar consejos sobre técnicas de maquillaje adecuadas para realzar los rasgos faciales y lograr un aspecto natural. También puede brindar recomendaciones para el cuidado de la piel y productos adecuados para mantener una apariencia saludable.

Se pueden ofrecer sugerencias sobre peinados, cortes y colores de cabello que se ajusten al estilo personal y características individuales.

La asesoría de imagen puede incluir pautas sobre lenguaje corporal, postura, gestos y expresiones faciales para mejorar la comunicación no verbal y proyectar confianza.

Se pueden proporcionar pautas sobre comportamiento social, etiqueta en eventos y situaciones formales, así como protocolo empresarial.